Inclusión

 

 El desafío consiste ahora en formular las condiciones de una "escuela para todos". Todos los niños y jóvenes del mundo tienen derecho a la educación, no son nuestros sistemas educativos los que tienen derecho a ciertos tipos de niños. Es el sistema escolar de un país el que hay que ajustar para satisfacer las necesidades de todos los niños. (UNESCO, 1995, 28)

La inclusión significa hacer efectivos para todos: el derecho a la educación, la igualdad de oportunidades y la participación. Significa, también, eliminar las barreras que enfrentan muchos alumnos y alumnas para aprender y participar. Estas barreras se encuentran en la sociedad, en los sistemas educativos, en las escuelas y las aulas. La inclusión implica que todos los niños de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Se trata de lograr una escuela en las que no existan requisitos de entrada ni mecanismo de selección o discriminación de ningún tipo. Desde esta perspectiva es la escuela la que debe adaptarse a los niños y no estos a ella.

Recientemente se ha hablado del movimiento de la inclusión que es más amplio que el de integración, ya que no se trata solo de lograr el acceso a la escuela común de determinados alumnos, tradicionalmente educados en escuelas especiales u otros programas diferenciales, sino también de transformar el sistema educativo en su conjunto para atender la diversidad de necesidades educativas de todos los niños y jóvenes, asegurando el máximo desarrollo, aprendizaje y participación de cada uno.